Una de las cosas que más tememos las mujeres cuando se acerca la hora del parto, es el dolor que podemos llegar a sufrir. Y aunque una vez que el parto concluye el dolor disminuye notablemente, nos suelen quedar ciertas molestias en la vagina por algunos días hasta que todo vuelve a la normalidad.
1-Rocía tus partes íntimas.
Todas sabemos el dolor que el ácido puede causarle a una herida. ¡Especialmente cuando la herida está en la vagina,después de un parto natural, toda la zona de tu vagina está sensible, y el ácido de la orina puede hacer que ir al baño sea una tortura. Para aliviarlo, prueba tener a mano una botella de spray con agua y rociar tus partes íntimas mientras orinas para diluir el ácido.
1-Enfría la zona para aliviarte.
El frío es tu amigo cuando se trata de aliviar el dolor posparto. Y una gran idea es colocar pequeñas bolsas de hielo descartables envueltas en una tela en tu ropa interior, y aplicarlas a tus partes íntimas durante 15 o 20 minutos cada hora para reducir la inflamación.
3-Prueba un baño de asiento.
Nuestras abuelas eran fanáticas del baño de asiento por una razón: porque funciona. Todo lo que necesitas es un latón o tina con agua tibia, y sentarte allí de manera que tus genitales queden sumergidos en el agua tibia. Eso aumentará el flujo sanguíneo a la zona, ayudando a sanar y reparar los tejidos más rápido.
4-Sécate con el secador de cabello.
Dado que el papel higiénico y la toalla pueden resultar demasiado ásperos para la delicada piel de tus genitales, prueba secarte la zona con el secador de cabello. Yo probé esta técnica cuando tuve a mi hijo hace muchos años y funcionó a la perfección.
5-Aprovecha el poder del té para sanar más rápido.
Sabías que el té negro tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a tu piel a sanar más rápido? Para aprovechar sus propiedades, todo lo que tienes que hacer es sumergir una bolsita de té en agua hirviendo, esperar a que se enfríe, y aplicarla sobre tu piel como una compresa.
